
Bernal sigue arriba: tercero en Lombardía / Colombia 0-Chile 0 en Alicante
Bauke Mollema ganó el Giro de Lombardía, el último de los cinco monumentos del año, luego de un recorrido de 245 kilómetros, en el que Egan Bernal firmó con su tercer lugar un año ensacional. Segundo fue Alejandro Valverde.
El corredor zipaquireño matriculad en el equipo Ineos, logró su octavo podio de la temporada, entre los que se encuentran los títulos de París-Niza, Vuelta a Suiza, Tour de Francia y Giro del Piemonte.
Colombiaconsiguió su octavo podio en esta carrera de un día, tras el título de Esteban Chaves en el 2016 y el tercer lugar en esa ocasión de Rigoberto Urán, que además fue tercero en 2012 y 2008.
‘La Clásica de las hojas muertas’, cerró temporada con un espectáculo en el que un puñado de los grandes ciclistas que aún mantienen su pico de forma, lucharon en un pulso de altura.
Jumbo Visma y Movistar fueron los equipos encargados de endurecer el ritmo hasta el tramo final en el Civiglio.
Alejandro Valverde lo intentó con dos ataques primero a 45 km de meta y después cuando restaban 19.
Mollema lanzó un ataque durísimo a falta de 18 kilómetros para el final. Antes ya se habían quedado Nibali, Ulissi. El holandés parecía que lo tenía todo hecho cuando logró conseguir medio minuto de diferencia. Roglic no quiso descolgarse y se fue en su búsqueda. Como por arte de magia aparecieron después Valverde, Bernal, Mas Fuglsang y Woods.
«No pensé estar en el podio hoy, pero estar aquí es algo muy grande para mí. Es mi primer monumento y fui tercero. Estoy muy feliz por esta temporada. Bauke abrió un hueco enorme, fue el más fuerte y lo demostró. Lo que más me importa es mi podio de hoy», dijo el vigente campeón del Tour de Francia una vez se bajó del podio de los mejores.
EMPATE ENTRE COLOMBIA Y CHILE
Chile y Colombia empataron sin goles en Alicante en un encuentro amistoso en el que el conjunto que dirige Reinaldo Rueda supo aguantar con oficio la ofensiva de su rival, que mereció por juego y ocasiones un resultado favorable.
Ambas selecciones afrontaron esta cita, una de las últimas antes del comienzo de la fase de clasificación para el Mundial, con la máxima seriedad y concentración, por lo que el partido, repleto de polémicas y roces entre los jugadores, no pareció un amistoso.
Chile y Colombia iniciaron el partido con sus armas tradicionales. Mientras el combinado de Reinaldo Rueda, liderado por la energía de Arturo Vidal, intentaba marcar un ritmo lento de juego, el conjunto cafetero, más dinámico, buscó llegar al área rival con transiciones rápidas para explotar la velocidad de sus atacantes.
La primera gran ocasión la tuvo Juan Cuadrado, de nuevo en posición de interior, quien tras desbordar a su marcador disparó al cuerpo de Claudio Bravo.
El portero del Manchester City volvió a ser providencial para su equipo al atajar un gran disparo de Duvan Zapata a la media vuelta en una acción en la que el delantero se lesionó al golpear el balón.
La segunda parte arrancó con polémica, ya que a los tres minutos Juan Cuadrado cayó en el área chilena en una acción en la que pareció ser claramente derribado por Pulgar, pero el colegiado no apreció penalti ante la indignación de los jugadores, de los aficionados y del banquillo colombiano.
La jugada activó al equipo de Queiroz y a la grada. Mina, de nuevo a balón parado, rozó el gol y Morelos, poco después, buscó sorprender a Bravo con un disparo lejano.
Colombia, ya con menos claridad, lo intentó hasta el final ante una Chile que dio por bueno el empate y que no fue capaz de generar ni una ocasión del gol