El periodismo deportivo de Colombia está de celebración.

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Hoy, 12 de octubre, celebramos con orgullo el Día del Periodista Deportivo en Colombia, una fecha que nos invita a exaltar la pasión, el compromiso y la responsabilidad de quienes, con su voz, su pluma y su lente, narran las emociones del deporte colombiano.

Desde ACORD Colombia, extendemos un fraternal saludo a todos los periodistas deportivos del país, guardianes de la verdad, promotores del juego limpio y constructores de opinión desde la objetividad y la ética.

Ser periodista deportivo es mucho más que contar resultados; es interpretar la emoción con equilibrio, informar con veracidad y ejercer la libertad de expresión con responsabilidad. Es llevar al público la grandeza del esfuerzo humano, el valor del trabajo en equipo y el ejemplo que el deporte brinda a nuestra sociedad.

A todos los colegas que cada día honran esta profesión con su talento y compromiso, les decimos gracias.
Gracias por mantener vivo el espíritu liberal de la información libre, por su vocación de servicio, por su valentía al decir siempre la verdad, y por hacer del periodismo deportivo un ejercicio serio, respetuoso y profundamente humano.

¡Feliz Día del Periodista Deportivo!
ACORD Colombia
La casa del periodismo deportivo colombiano

 

REFLEXIONES

La transformación del periodismo

Reflexiones  de reconocidos periodistas sobre el oficio, los medios, las nuevas tecnologías y su impacto social

 

Todos han visto y participado de un cambio de lo que era un oficio a una profesión, iniciada en los viejos diarios del continente, semilleros de muchos colegas que se destacaron en sus medios.

En un era con diarios de papel día a día, nuestros maestros fueron destacados e ilustrados dirigentes convertidos en periodistas conocidos que comenzaron una etapa distinta, tanto en diarios como radio y en la joven televisión de entonces.

Nacieron luego las universidades que contribuyeron a esa profesión, a ese sentimiento y necesidad de informar que fue madurando en el tiempo, apoyado por la tecnología que iba abriendo caminos nuevos, y ampliando poco a poco la visión de un mundo que solo conocíamos en partes gracias al relato de los que podían viajar.

De la antigua y ruidosa teletipo pasamos al más moderno fax, que disparaba informaciones minuto a minuto y que el periodista ilustraba o desarrollaba según el tema y el medio.

Hoy el periodismo es diferente, internet trajo otras formas, con el satélite que ofrece imágenes y noticias a sólo segundos de haber sucedido.

Han trabajado en todos los medios de información, haciendo periodismo en radio, en diarios, en televisión por muchos años e incluso ejerciendo la profesión institucionalmente, en entidades estatales, medios alternativos y empresas privadas como jefes de prensa o directores de comunicaciones.

El periodismo fue cambiando y madurando paulatinamente por las circunstancias de ir remplazando el diario de papel o la televisión con las redes sociales, aunque la radio, modernizada, siempre estuvo presente en un periodismo formador e informador, incluso hoy, con la facilidad del streaming o de los influencers y opinadores, que saturan redes y terminan en un simple celular, algunos informando, otros con intereses diversos, pero considerando ser periodistas de hoy, periodistas a veces criticados o denostados, hombres públicos en una importante función .

¿Es un periodismo distinto? Sí, cada cual adaptado a su época. ¿La tecnología cambió aquel sentimiento? Es posible. esta forma de captar información, entenderla y transmitirla.

Ahora seguimos el mismo camino, sorteamos algunas piedras, pero con orgullo decimos: fuimos, somos y seremos periodistas.

La reinvención

Una pesada Reminton con las teclas de letras que el uso y el tiempo desdibujaron, De a poco las máquinas de escribir son reemplazadas por computadoras, el fax intentó con los cables. Ya todo parecía efímero. Hablamos de la prensa escrita, claro, de la mitad a fines del siglo XX pero los cambios tecnológicos avanzaban a la par en los medios audiovisuales. Y el XXI llegó entre temores por el ya olvidado y peligroso Y2K ( EFECTO 2000): fallos informáticos en programas y sistemas que fuertes inversiones evitaron.

El ”efecto 2000” descubre la irrupción de las nuevas tecnologías que van transformando los medios, cambios que acelerados se suceden, tal como las formas de hacer periodismo. Internet primero y, luego, la revolución del celular. Las redes sociales  se imponen. La televisión en la década del 60, fue despojando a la cultura letrada y estructurada. Y en los 80 se discute quién impone la agenda: el diario, la radio, la tele. ¿El poder por otros medios?

La impresión se había modernizado, de piezas móviles se pasó al off-set. Sobrevivió con escasas variantes la tipografía (del siglo XV). Triunfo de Gutemberg. Los medios gráficos se diluyeron: la reestructuración llegó a diarios y revistas pero las redacciones se fueron despoblando al igual que la geografía urbana de loa kioscos. Lo digital va desplazando al papel, aunque las principales plazas se resisten. Pareció demorarse la adaptación a las tecnologías. Un medio pasó a contener otros medios.

¿Y el periodismo? ¿Y los públicos?

El periodismo siempre fue un actor político. Desde fines del siglo XIX. Y el mandamás (político, económico, religioso, etc) lo fustigó o tentó según sus intereses. Tanto en épocas de diarios facciosos como cuando el aspecto comercial se impuso. En gran medida el periodista perdió la calle primero y después el medio. La separación no fue consentida pero se extendió como meandros de un río. El periodista debió reinventarse.

Algunos pocos se transformaron en medio y mensaje; otros iniciaron programas en FM o se refugiaron en blogs, sitios digitales, escribiendo libros, en podcast (un tipo de programa de radio para ser escuchar en cualquier momento). O al streaming por youtube o facebook u otras plataformas, una especie de noticiero permanente con programación, dinámica y objetos de la política o el entretenimiento. No lo tienen muy diferenciado. Se puede preferir instagram o tiktok. Netflix ¡Disney! Quizá no importe. Para protegernos decimos que hacer periodismo demanda mayor profesionalismo.

Los periodistas ahora, no todos por supuesto, no salen a buscar la noticia. La obtienen por X (ex Twiter) donde llegan calientes y directas. Así gobernantes y políticos se convierten en medios cuando no tienen sus voceros o trolls que arman las informaciones (o desinformaciones). Todo puede ser repiten periodistas. Ahora nos mata la inteligencia artificial. La información ya no llega por una prensa muy estructurada. Y de esta se cansaron los jóvenes y gran parte del público que prefiere espectáculos, películas, series, videos, telenovelas o grandes hermanos.

Pero es el Día del Periodista. No bajar los brazos. Reciclarse. En un mundo complejo y cambiante, el periodismo persiste que no es poco. La deshilachada democracia que supimos conseguir lo requiere.

El eclipse

Estamos transitando la noche del periodismo. Varias son las causas que habrían provocado esta suerte de eclipse que se registra en distintos grados y en todas partes. Algunos aspectos de este fenómeno no son nuevos, pero hoy se extienden peligrosamente: el periodismo independiente fastidia a los autócratas y a los aspirantes de todo pelaje al poder sin límites, que se encargan de poner trabas, desde la censura hasta la persecución y el asesinato brutal.

Vale señalar que a este odio al periodismo se sumaron nuevos actores: el crimen organizado se “cargó” en México a más de 150 periodistas en los primeros 23 años de este siglo XXI. Y no es sólo una “costumbre” azteca, se puede ver en otros países. El ecuatoriano Fernando Villavicencio fue fusilado por sicarios frente a las cámaras de TV en agosto de 2023. El domingo 1 cayó el salvadoreño Javier Hércules. La lista es dramáticamente extensa y en 1989 el director del prestigioso periódico colombiano El Espectador, Guillermo Cano, fue vilmente asesinado por la mafia; Muchos más han caido.

Pero eso no es todo. Las nuevas tecnologías, fundamentalmente por el aporte de Internet, diezmaron las redacciones de diarios, revistas, radios y canales de televisión, al mismo tiempo que se liquidaban las grandes agencias de noticias, fundamentales al trabajo periodístico durante el siglo XX.

El impacto de esta revolución digital -con la Inteligencia Artificial (IA) como última conquista- se discute aún sobre sus alcances, daños colaterales, costos y beneficios, en términos de la comunicación socia

Lo cierto es que los medios tradicionales, pierden lectores o audiencias, que ganan las redes, donde hay noticias buenas y falsas, en el reino de los ‘trolls’ y de la ‘posverdad’.

La evolución de la economía mundial en las últimas décadas influyó asimismo negativamente en los balances de los medios. Como consecuencia los quebrantos, transferencias o absorciones son cada vez más frecuentes. Obviamente los cambios tecnológicos señalados tienen una parte de la culpa, pero también están los vinculados a las mutaciones del capitalismo con relación a los años gloriosos de la postguerra, donde las cuentas publicitarias y las pautas eran florecientes. Numerosos diarios sólo con la venta de avisos clasificados pagaban buena parte de sus costos, sumaban luego los ingresos por la venta de ejemplares. Van quedando en la historia los diarios de papel con varias secciones y suplementos, el canillita que te dejaba el diario en tu casa y la red de kioscos en las grandes ciudades.

Una buena parte de los recursos publicitarios van ahora a las plataformas, un itinerario que hasta ahora parece irreversible. Así como en el mundo globalizado se opera una inédita concentración de la riqueza en manos de muy pocos, la supervivencia de los medios, que puedan sostener el periodismo independiente, está en duda.

Es trascendente recordar que la libertad de expresión y el ejercicio del periodismo independiente son esenciales a la continuidad de la democracia. Apostar al esfuerzo del periodismo independiente para superar el eclipse, después de todo hasta la noche más larga terminó en un amanecer.

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