FÚTBOL DE HOY: Donación a médicos / Las columnas de Queiroz y Esteban Jaramillo
Tenis a medicos
La Federación Colombiana de Fútbol en alianza con adidas, conscientes de los grandes retos que enfrenta el personal médico y sus largas jornadas de trabajo en atención a la emergencia por el Covid-19, se unieron para donar 1000 pares de tenis a través de la Asociación Colombiana de Hospitales y clínicas (ACHC) en las ciudades de Bogotá, Barranquilla, Medellín, Cali, y Pasto.
El personal médico recibió, además de los tenis, la camiseta de la Selección Colombia como homenaje a su lucha, reconociéndolos como los héroes del país que en esta contingencia se están poniendo la camiseta para velar por la salud, la vida y el bienestar de los colombianos. “Sabemos la gran labor que está realizando el cuerpo médico atendiendo esta difícil situación. Son ellos, quienes día a día se ponen la camiseta por Colombia y trabajan incansablemente para salvar vidas. Por eso, junto a nuestra indumentaria oficial, adidas, quisimos hacerles un regalo, para brindarles más comodidad durante las largas y complicadas jornadas laborales que están afrontando”, dijo Ramón Jesurun, presidente de la FCF.
“Hoy, ante la contingencia en la que nos encontramos, son los médicos aquellos jugadores que conforman nuestro equipo ideal, son la selección que representa a todo un país. En estos momentos, nos vuelve a unir una sola razón; la salud de los colombianos, y por eso la Federación Colombiana de Fútbol y adidas hacen un homenaje a estos héroes que le ponen frente a esta situación en las principales ciudades del país”, afirmó Juan Motta, director de mercadeo de adidas para Colombia.
Médicos, enfermeras, y personal de primera línea de atención Covid-19, son hoy el símbolo que representa la unión de un país, y por eso figuras de la Selección Colombia como: James Rodríguez, Juan Guillermo Cuadrado, David Ospina, Leicy Santos, Yerry Mina, Santiago Arias, Wílmar Barrios y Frank Fabra, entre otros, les enviaron un mensaje de aliento agradeciendo su entrega y dedicación.
LA COLUMNA DE QUEIROZ
“Lo que el virus se llevó, el día después”
por Carlos Queiroz, Parte II
Socrates nos enseñó que el “secreto del cambio es concentrar toda la energía en los hechos y solo en los hechos, sin confrontar lo viejo, construyendo lo nuevo”. Por otro lado, la vieja sabiduría africana dice que “cuando queremos ir rápido vamos solos y cuando queremos llegar lejos tenemos que ir juntos”.
Ante esta nueva y dolorosa realidad a escala planetaria, donde probablemente poco o nada será igual, el fútbol tiene dos opciones:
– Una es creer que para “construir lo nuevo” es fundamental saber cómo marcar la diferencia de antemano, tomando la delantera y la primera línea de esta aventura con decisiones y opciones difíciles pero factibles y sostenibles.
– Otra es esperar a que la ciencia nos anuncie un nuevo Mesías y nos vacune a todos, creyendo que, algún día, todo volverá al pasado y como antes, reiniciando las competiciones, como si nada hubiera pasado.
En la situación actual, creo que es un imperativo inevitable y más realista elegir la primera. A pesar del riesgo de posibles daños y pérdidas, estos siempre serán, en medio de todo, menos penalizadores y costosos, en comparación con las consecuencias y el precio de la inmovilización inconsecuente y las opciones que son difícilmente factibles y están fuera de control, considerando la situación actual de salud y economía.
De esta manera, junto con los sacrificios y sufrimientos, el fútbol tendrá que liberarse, en lo inmediato, de algunas de las buenas y brillantes rutinas y soluciones de la “era previrus”, empezando por crear en la “era posvirus” una plataforma nueva y diferente para la innovación y la gestión, hacia el renacimiento del fútbol.
Ante este terremoto gigantesco, de consecuencias caóticas e incalculables, y con innumerables ajustes dolorosos de las placas tectónicas de nuestras sociedades y economías, necesitamos con urgencia un movimiento renacentista en el fútbol, que nos inspire y guíe a la viabilidad inmediata de las competiciones y a su sostenibilidad.
Por último, el fútbol tiene que crear esperanza. Por eso, es hora de que los verdaderos sabios del futuro entren al campo. Y todo esto debido a un microorganismo, sin vida propia ni inteligencia. Y ojalá sin futuro
LA COLUMNA DE ESTEBAN
Una fiesta, sin orgías.
Por Esteban Jaramillo Osorio.
Regresó el futbol en Alemania, con el mundo en expectativa, a la espera de las consecuencias.
Prueba piloto.
Lo exótico, por encima de lo convencional.
Cuatro goles en un partido, con distancia en la celebración lo que tanto incomoda a Falcao y con Razón, porque el gol con sus efectos han sido su vida en las canchas.
Ardió la pelota, con gestos nerviosos de los futbolistas, sin besos y el codo en reemplazo de las manos. Sonrisas, tapabocas y tribunas solitarias.
Todo un cuento.
El futbol sin fiesta está de regreso, con la disputa en la cancha por la pelota desinfectada, los espacios y los resultados.
Entre tanto, el retorno en Colombia incierto por la eterna discusión entre el gobierno y los dirigentes desunidos, por la ambigüedad de los protocolos.
Qué “De futbol no vive el hambre”, tituló y comentó Héctor Abad Faciolince, en interesante columna en El Espectador, sobre prioridades diferentes al juego.
Tan sugestivo el encabezado como aquel de Álvarez Gardezabal en su libro sobre la catástrofe de Armero, por el desinterés de la población para escuchar las advertencias: “Los sordos ya no ven”.
Voces de alerta.
John Carlin, periodista inglés, más trivial e irresponsable, afirma en El Tiempo, que no entiende el temor de los futbolistas para su regreso, si comunes son sus violaciones a la cuarentena, para montar orgías.
Lo cierto es que el balón regresó con su encanto, entre aplausos virtuales de los aficionados desde sus casas.