Presidente de IPS AMERICA, Carlos Julio Castellanos celebró 50 años de actividad periodística.

Fue durante 10 años presidente de ACORD COLOMBIA.

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Con un sencillo y significativo acto, el periodismo deportivo de Colombia celebró los 50 años de ejercicio en la profesión, y acompañó al presidente de AIPS AMERICA CARLOS JULIO CASTELLANOS RINCON.

Alrededor de 80 comunicadores saludaron a Castellanos, quien recibió placas y distinciones por parte de organismos estatales de la región, ACORD COLOMBIA y ACORD CUNDINAMARCA.

Castellanos recibió de ACORD COLOMBIA, representada por su presidente Faiver Hoyos, la «ORDEN CARLOS ARTURO RUEDFA C. en grado de oro, máxima distinción que el organismo gremial otorga a las personalidades.

 

Las palabras del homenajeado fueron las siguientes:

 

DISCURSO 50 AÑOS DE VIDA PERIODÍSTICA

 

Buenas noches a todos.

Qué alegría inmensa ver hoy reunidos a mi familia, a mis amigos, a mis colegas y a tantos compañeros de camino. Gracias por acompañarme en este momento que significa mucho más que una fecha: son 50 años de vida periodística, 50 años de historias, luchas, aprendizajes y sueños cumplidos.

 

Mi viaje comenzó cuando apenas tenía 17 años. Aún caminaba entre cuadernos y exámenes cuando recibí la oportunidad de escribir una columna en el diario Vanguardia Liberal. Se llamaba Del colegio al estadio y allí relataba la pasión de los juegos intercolegiados, esas competencias que enfrentaban a los mejores colegios públicos y privados de Bucaramanga.

Fue una época maravillosa, en la que aprendí a contar lo que veía, a vivir la rivalidad sana del deporte y a descubrir que las palabras podían emocionar a todo un público.

 

Tuve la fortuna de cruzarme con verdaderos maestros.

A Emiliano Romero Paredes, “el negro Emiliano”, siempre lo recordaré como mi primer guía. Costeño, alegre y exigente, me enseñó a escribir las primeras cuartillas y a respetar el oficio.

Y un primero de octubre, justo como hoy, el doctor José Manuel Jaimes Espinosa me abrió las puertas del Diario del Oriente. Allí firmé mi primer contrato, por 750 pesos, que para mí eran una fortuna.

 

En mayo de 1979 llegué a Vanguardia, gracias a la recomendación de amigos entrañables como Alberto Galvis Ramírez y Rafael Mendoza. Allí viví años de grandes retos en la sección de deportes, hasta que en 1992 decidí cerrar ese capítulo para buscar nuevos horizontes.

 

Partí a la fría Bogotá, donde comencé mis primeros pasos en la televisión con el Grand Prix del Deporte. De la mano de Rolfe Hugo Buitrago y de consejeros como Orlando Enrique Jiménez, aprendí a combinar el periodismo con la gestión comercial y a descubrir que este oficio también podía ser empresa.

 

Al cierre del siglo XX, junto al ingeniero Graciliano Jiménez, regresé a Bucaramanga para impulsar un proyecto que en ese entonces solo existía en papeles: el Canal TRO. Con esfuerzo y equipo logramos posicionarlo y verlo crecer hasta convertirse en un orgullo regional.

Ese camino abrió espacio para otros sueños: Oro Visión, Prensa Libre y, por supuesto, nuestro informativo Oro Noticias, que hoy se mantiene como una de las producciones más sólidas de la televisión regional.

 

El periodismo deportivo también me abrió puertas más allá de nuestras fronteras. Gracias a él he tenido la oportunidad de estar en cinco países, contando historias y aprendiendo del deporte en otros escenarios.

 

Y en este recorrido, los reconocimientos han sido un estímulo invaluable. No puedo dejar de recordar con orgullo el Premio Simón Bolívar que ganamos con la serie Ídolos de carne y hueso, con el capítulo del santandereano Moisés Fuentes García salvado por las aguas, un trabajo que hace 15 años empezó a darme nuevos frutos.

 

Tampoco olvido que en los años 80 tuve el privilegio de ser nominado al Simón Bolívar y de recibir el Premio Nacional de Postobón al Periodismo Deportivo. Galardones que no se pueden pasar por alto, porque son el verdadero testimonio de un periodista en la única y franca competencia con sus colegas.

 

El gremio periodístico también ha sido parte fundamental de mi vida. En 1976 ingresé a Acord y, 32 años después, tuve el honor de ser elegido presidente nacional. Más tarde representé a Colombia en las grandes ligas del periodismo deportivo de América y ahora del mundo. Son responsabilidades que me llenan de orgullo y gratitud.

 

Hoy quiero dar las gracias a quienes me han acompañado en cada etapa:

A mis maestros y colegas, algunos que ya no están y que desde el cielo siguen alentando este camino.

A mis compañeros de trabajo, con quienes hemos levantado proyectos que parecían imposibles.

A mis amigos de la Acord, a quienes siguen defendiendo el gremio con pasión.

Y, por supuesto, a mi familia: a mis padres, a mis hermanos, a mis hijos, a Alexandra. Nada de esto tendría sentido sin su amor y su paciencia.

 

Este medio siglo me confirma que el periodismo no es solo un oficio, es una forma de vida. Mientras Mi Padre Jesús Nazareno y la Virgen del Carmen me den salud, seguiré contando historias, defendiendo la verdad y sirviendo a la gente, porque llevo el periodismo en las venas y en el corazón.

Gracias por acompañarme esta noche y por ser parte de este camino que aún tiene muchas páginas por escribir.

 

¡Un abrazo para todos y que viva el periodismo!

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