Se despidió José Bernardo Prada
Homenaje al crédito del boxeo bogotano / Paz en su tumba.
Por: Gabriel Barrera Moreno ( Acord Cundinamarca )
El tradicional barrio Las Aguas de Bogotá fue testigo en 1950 del nacimiento de José Bernardo Prada, un niño que con el paso de la vida se volvería tan icónico para la ciudad como los alrededores de su morada, el Cerro de Monserrate y la estatua de Policarpa Salavarrieta ‘La Pola’ entre otros.
En los primeros años José Bernardo creció como cualquier muchacho de su época, sin muchos lujos, en un hogar compuesto por 8 hermanos y en donde el quehacer de su padre Enrique Saénz, conocido en el medio como ‘Jhonson Henry’ (por su parecido con el pugilista norteamericano), speaker de las peleas de boxeo de la época, marcarían su destino.
El joven empresario
Promediando los 12 años Prada era el niño que recogía los guantes de las veladas boxísticas que organizaba su padre. Allí entre el aroma a linimento y la adrenalina del cuadrilátero, José Bernardo conoce sin querer su primer amor, el boxeo.
“A escondidas de mi padre y por pedido de mis amigos me sacaba los guantes de la casa y armábamos un ring artesanal con palos y cuerdas cerca a la Media Torta para que los ‘chinos’ tuvieran sus combates. Lo ‘jodido’ era que la gente que iba para Monserrate le botaba monedas a los ‘pelaos’ quienes salían con los bolsillos llenos y yo que era el organizador no ganaba nada”, cuenta con una sonrisa Prada.
Es ahí cuando José Bernardo decide no solo ‘prestar’ los guantes sino ponérselos para poder recibir las monedas que los curiosos y espontáneos le lanzaban a los jóvenes boxeadores. Prada descubre en el tinglado que su físico longilíneo y de brazos largos le favorece para esquivar castigo y propinar certeros golpes con su gancho de derecha. A mediados de los sesenta Prada ya era campeón interbarrios.
“Un día le dije a mi padre que yo quería ser boxeador. Sorprendido me contestó que debía prepararme física y atléticamente con disciplina. Pero cuando ya se dio cuenta que la cosa iba en serio, una vez que me llamaron para representar a Bogotá, me dijo que lo que tenía era que estudiar, que los boxeadores eran brutos y tenían más problemas de salud con los golpes que recibían”, afirma Prada.
El boxeador profesional
Pese a lo expresado por su padre, Prada no cesa en su empeño de hacer del boxeo su profesión y después de ganar muchas peleas a nivel amateur da el salto al profesionalismo (1974) en el programa ‘Campeones En Acción’ presentado por el famoso animador Fernando González Pacheco.
A partir de allí José Bernardo inicia una gran carrera de victorias en el ‘Arte de Fistiana’ (arte de los puños) como se le conoce al boxeo. Producto de su resonante debut es bautizado como ‘El Orgullo Bogotano’. Pronto ‘Jhonson Henry’ se da cuenta que la calidad de su hijo y su fuerte deseo de ser boxeador son inquebrantables y decide apoyarlo.
“Mi padre me enseña a saltar lazo, a lanzar golpes mejorando la técnica, a fortalecer tren inferior y superior para tener potencia en mis golpes y aguantar a lo largo de los rounds”, dice José Bernardo.
México abre la puerta del éxito
A finales del 74 ‘El Orgullo Bogotano’ recibe la oportunidad que por años soñó, ir a México, país de tradición boxística a enfrentar a Jesús ‘El Mortero’ Alonso, pugilista que estaba en el escalafón para pelear por el título mundial. Es así como Prada arriba a Ciudad de México como un célebre desconocido y sin mucho ruido inicia su proceso de aclimatación, tras unos días se traslada a Monterrey en donde enfrenta al ‘Mortero’ Alonso.
“Yo allá era un desconocido, no tenía muchos privilegios. A mí me llevaban como ‘carne de cañón’ para que Alonso cumpliera con el requisito de enfrentar a “alguien” previo a su enfrentamiento por título. Ni el periodismo ni la fanaticada azteca me daba mucho chance frente al boxeador local invicto en 42 peleas, la mayoría de ellas ganas por nocaut. Para sorpresa de todos lo vencí por decisión unánime en un combate a 10 rounds”, manifiesta Prada.
Después del rotundo triunfo ante Alonso, los fanáticos se peleaban por un autógrafo o una foto con el crédito colombiano, todos los conductores lo querían transportar. José Bernardo pasó de ser un célebre desconocido a un ilustre personaje escalafonado en el puesto 10 del mundo. El boom Prada hizo que los empresarios le firmaran más peleas en territorio azteca, alargando su estadía y éxitos en aquel país.
A su regreso a Colombia Prada ya es mirado con otros ojos por la prensa y la afición. En 1975 en un atiborrado Coliseo El Campín se enfrenta en una épica pelea a la otra figura nacional, el barranquillero, Emiliano Villa, con quien se enfrenta en varias ocasiones con resultados parejos.
Canadá pasaporte al éxito
Posteriormente Prada acepta la propuesta de su amigo Bonifacio Ávila, para establecerse en Canadá ya que buscaban un boxeador profesional allí y Ávila consideraba que su amigo ‘el cachaco’ reunía las condiciones que buscaban en el país del norte de América. Es así como José Bernardo libra 12 combates, los dos primeros representando a Colombia y los diez siguientes defendiendo los colores de Canadá.
“Igual que en México había mucho escepticismo hacia mi desempeño. Para muchos mi apariencia era de oficinista más no de boxeador, lo que les generaba desconfianza. Pero igual que allá los sorprendí con el primer combate en donde me impuse y pude firmar por varios ‘pleitos’ más”, indica Prada quien vivió en tierras canadienses durante cuatro años.
Sugar Ray Leonard Vs José Bernardo Prada
Estando en Canadá y tras su excelente desempeño allí surge uno de los combates más recordados por el boxeo colombiano el 3 de noviembre de 1978 en Portland (Oregon) el ‘Orgullo Bogotano’ enfrenta a una de las grandes figuras del boxeo mundial Sugar Ray Leonard y campeón olímpico en Montreal en la categoría Walter.
“Fueron 10 asaltos de boxeo puro. Nunca me deje amilanar ni presionar por no ser local. Siempre como fue mi costumbre en las peleas fui para adelante y pude mandarle unas buenas ‘manos’ que le hicieron daño. Finalmente una decisión dividida le dio el triunfo a Leonard quien me felicitó y confesó lo dura que fue la pelea”, manifiesta Prada.
Prada cuelga los guantes
En 1980 Prada se entera del fallecimiento de su apoderado Roger Rarivé como consecuencia de un paro cardiaco. Esta noticia lo entristeció profundamente y lo hizo optar por el retiro pese a intentos de amigos y promotores para que siguiera. Rarivé a lo largo de varios años se convirtió en un amigo inseparable de quien recibió consejos como lo hace un padre a un hijo.
La fotografía
En 1985 Prada reconocido por la comunidad del barrio Ciudad Montes es elegido como presidente de la Junta de Acción Comunal. Conocedor del poder de los medios de comunicación, José Bernardo funda el periódico comunitario ‘El Vocero de los Barrios’ y allí conoce su segundo amor, la fotografía.
“Me inicié como fotógrafo ante la imperiosa necesidad de tener fotografías en el periódico del barrio. Luego mis amigos me empezaron a pedir que los acompañara en sus eventos sociales y les tomara las fotos hasta que finalmente me convertí en el fotógrafo del estadio”, asevera Prada.
Su lente fue testigo de los mejores momentos de los equipos tradicionales de Bogotá; Santa Fe y Millonarios y de los nuevos equipos La Equidad, Fortaleza y el Chicó Futbol Club cuando tenía como asiento la capital.
El atleta
A mediados de la década del 2000 José Bernardo Prada con su tenacidad característica se enamora de su tercer amor el atletismo y es en 2013 cuando decide inscribirse en la Maratón de Nueva York, allí al lado de 60 mil participantes entre élites y novatos tomaría la partida con el coraje con el que ha enfrentado los retos cotidianos.
La pelea de su vida
Hoy José Bernardo enfrenta con entereza la pelea de su vida contra un cáncer de huesos (que le hizo suspender parte de su actividad en los estadios de Techo y el Campín), rodeado del cariño de su familia y de la mano de Dios para salir avante, como lo hizo a lo largo de su carrera boxística en donde besó la lona y se levantó para alcanzar las miles del triunfo, siempre perseverante y corajudo, con la frente en alto, con la enseñanza para quienes vimos sus hazañas deportivas y para los que no de cómo convertirse en el orgullo de nuestra Bogotá, POR SIEMPRE GRACIAS CAMPEÓN ¡!!!