París, los Juegos de la Diversidad

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En la dialéctica nacional y global ha crecido muchísimo el lenguaje de la inclusión y la protección por el medio ambiente. Lo que antes poco se mencionaba hoy resalta. La equidad de género por ejemplo cada día toma más fuerza. Vulnerar esta condición es sinónimo de atropello al ser opuesto. París con sus Juegos Olímpicos invitó a abrir espacios y escenarios a la diversidad, eso sí, respetando las normativas y las ecuaciones trazadas históricamente por las autoridades deportivas. El periodismo y las redes sociales jugaron papel clave a la hora de masificar el mensaje sobre la obligatoriedad de proteger el ecosistema.

Resalto en mi experiencia reciente en los Juegos Olímpicos de París 2024, el paso gigantesco dado camino a la excelsa protección del medio ambiente. Los organizadores no escatimaron esfuerzos para enseñar al mundo la importancia de utilizar y reutilizar diversos productos. Generar conciencia sobre el respeto por la naturaleza es un deber de todas las instituciones y no solamente de los maestros inmersos en las aulas escolares. El terrible cambio climático, producto del ser humano depredador de los bosques, nos conlleva a una cultura ambientalista inminente. Dormir en camas de cartón en la capital francesa, fue una enseñanza clave dentro del proceso.

Cada día, las diferentes asociaciones y federaciones nacionales involucran dentro de sus responsabilidades un componente ambiental. En nuestro país el Comité Olímpico Colombiano, liderado acertadamente por Ciro Solano, ha dado categórico ejemplo sobre este tema en particular. En los Premios Altius, cada año, se exalta y premia a la empresa o entidad que haya demostrado una enorme contribución al medio ambiente. Pasamos de luchar por una medalla o un trofeo, a incentivar una lucha inminente que comprometa al atleta con su contexto. El agua, el oxígeno, las plantas, la atmósfera en general; merecen especial cuidado y nada mejor que sean los deportistas los modelo a seguir.

En Colombia los paseos de olla no culminan. Deben surgir políticas claras que prohíban estas conductas que contaminan nuestros ríos y quebradas. En Europa y en otros territorios ya lo hicieron. De hecho, había una prohibición para nadar sobre el río Sena y la misma únicamente se levantó para realizar las competencias de aguas abiertas durante los Juegos Olímpicos. Obviamente existe una versión, muy bien sustentada, con investigaciones soportadas, lo cual indica que las aguas de este caudal no gozan de las medidas sanitarias óptimas y fue por ello por lo que, desde 1923 las autoridades parisinas prohibieron nadar en el Sena. Por muchos años las aguas residuales y desechos fueron lanzadas a este emblemático río. Hoy se imponen multas drásticas a quienes lo ensucien. Los franceses aprendieron de esa incultura y la olimpiada permitió en medio de los controles, enviar al mundo un mensaje claro y contundente sobre la imperiosa necesidad de optimizar recursos y convertir el deporte en el más efectivo vehículo publicitario, para decirle al mundo que las fuentes hídricas deben conservarse.

Como Presidente de Acord Colombia, la Asociación Colombiana de Periodistas Deportivos, hago oficial, que nosotros como gremio que aglutina a la prensa especializada en deporte, decidimos entrar en esa apuesta. En Ibagué el próximo 12 de diciembre en desarrollo de lo que será la ceremonia de Elección del Deportista del Año, comenzaremos a exaltar a quienes mejores apuestas realicen por el medio ambiente, llámese: periodista, sociedad en general, empresas, Ligas o instituciones. Si bien es responsabilidad de todos, pocos son ejemplo a la hora de emplear y proyectar el deporte hacia esta dimensión. Invitaré a cada una de las Seccionales que componen nuestra matriz nacional, para que en territorio adelanten este reconocimiento a quien corresponda. Aún podemos mejorar el aire y el agua que consumimos, es momento de dejarle a las próximas generaciones un mundo menos contaminado.

Por Faiver Hoyos Hernández

Presidente ACORD Colombia

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